Reencarnación y vida eterna

¿Vivimos sólo una vida? ¿Cuál es la naturaleza de nuestra existencia?
El siguiente artículo es un recorrido para que exploremos potencialidades relacionadas a lo que está “más allá”. Me interesa que hablemos de nuestra naturaleza eterna y el rol que juegan algunas de nuestras creencias en pensarnos limitados y de qué forma estas creencias nos liberan o nos esclavizan.
Hablemos primero de reencarnación. En muchas culturas a lo largo del mundo, la reencarnación es un conocimiento general del cual no se tiene duda ni se discute como algo real o no. Muchas personas nacen recordando sus vidas pasadas y porqué decidieron volver a este mundo.
En otras culturas, sin embargo, la vida es una sola y la idea de la reencarnación ni siquiera se discute como una posibilidad. Se da por sentado que lo que no recordamos o no está en nuestra consciencia: no existe.
¿Cuál es la verdad? ¿Existe o no existe la reencarnación? Lo creas o no, existen niveles de comprensión que nos llevan a decir “si” y en otros casos “no”, dependiendo desde qué perspectivas estemos observando este asunto.
Muchos son los artículos y libros que se han escrito sobre el tema. La ciencia occidental lleva años documentando de qué forma la terapia de regresión es capaz de conectar a las personas con vidas pasadas o bien, personas que han tenido accidentes en que han estado al borde de la muerte, cuentan sus experiencias de recordar otras vidas o explorar aspectos del universo que no sabían ni nunca creyeron que existieron.
“Ignorancia es dicha, pero la verdad te hace libre”.
En términos generales, como no sabemos lo que está más allá de nuestra muerte ni sabemos lo que fuimos antes de venir, es lógico entender que sólo podamos funcionar a nivel de creencia para uno u otro aspecto.
Lo que me interesa que ahora exploremos es de qué forma nuestras creencias están teniendo un impacto en la reencarnación (o rueda del samsara, que quiere decir, encarnar una y otra vez en esta realidad) y también de qué forma vivimos nuestra vida.
Nuestra experiencia de volver a encarnar una y otra vez tiene mucho que ver con dos factores principales: creencias y deseos.
Para esto, quiero que revisemos dos sistemas de creencia fundamentales, una creencia generalizada en el oriente y otra generalizada en el occidente.
La primera creencia, que es una creencia generalizada en el oriente, es la creencia del karma.
El karma es entendido de muchas formas diferentes. Para este artículo en particular, voy a tomar el aspecto de karma que dice que “debemos volver a reencarnar para solucionar o reparar aspectos del pasado”.
Sucede que cuando desencarnarmos (o morimos), dejamos nuestro cuerpo, revisamos nuestra vida y si tenemos juicio de lo que hemos hecho (o permitimos que otros nos juzguen) o estamos bajo la creencia de que debemos “reparar” algo, entonces volveremos a encarnar.
La ignorancia base en este caso, que nos mantiene volviendo una y otra vez en es la de ignorar que el Universo nunca juzga. Sin importar si fuiste “buena o mala” persona (bueno y malo es un juicio), es tu creencia, tu propio juicio interno el que te hace volver por creer que debes reparar algo. Pero en sí, no es la naturaleza del Universo exigirte esto.
La segunda creencia es la creencia del “infierno o la vida eterna después de la muerte”.
Esta creencia está teniendo un gran impacto hoy en día en millones de personas de nuestro planeta.
Varias religiones y credos prometen la vida eterna si se sigue un set de reglas morales en esta vida, o bien, el infierno si no las seguimos. Lo que las personas que siguen esta creencia ignoran es que nadie puede prometerte lo que ya eres.
Ya eres eterno. Tu naturaleza de ser es eterna, por lo tanto, sin importar lo que hagas o dejes de hacer siempre eres eso y sin importar lo que creas u otros quieren hacerte creer, esta ES tu naturaleza de ser.
Ahora, el infierno existe para quienes lo creen y desafortunadamente se hace real para estas personas quienes vivirán en una ilusión tormentosa hasta que despierten a verdades más profundas.
Este artículo es importante para que sepas que ya somos libres, que ya somos eternos y que nunca somos juzgados.
Al igual que la creencia del karma en creer que debemos “volver para reparar” una y otra vez, la creencia de que debemos irnos al infiernos es como hacemos que las personas (en ignorancia) se castiguen a si mismas por creer que han hecho mal. Es a través de nuestra ignorancia y nuestra comodidad de no cuestionarnos nada en la vida que damos nuestro poder a creencias contractivas.
Ambas creencias ignoran el amor más allá del amor, el amor que no tiene juicio. Ignoran que son libres, ignoran que nadie tiene derecho a juzgarlos e ignoran de qué forma sus creencias no solo están condicionando sus vidas en esta existencia, sino también de qué forma experimentan la realidad más allá de la muerte también.
Por supuesto, existen realidades de existencia más allá de lo que hemos experimentado hasta ahora, y eres libre de seguir tu camino, de no tener que volver a reencarnar en este juego o ilusión de separación si así lo deseas sin tener que rendir cuentas a nadie.
Pide guía cuando estés en el “más allá”. Pide que se muestre la verdad más allá de tus creencias y permítete vivir ese conocimiento.
Finalmente, un último aspecto que quieres observar cuando dejes este mundo son tus deseos. Cualquier tipo de deseo que tengas con respecto a querer volver es una energía que te traerá de vuelta a esta existencia (y no hay nada de malo en ello si eso es lo que quieres). No existen deseos “buenos o malos”, desde los deseos más simples como “quiero probar comida tailandesa” a “quiero ayudar a la humanidad” son deseos que nos reencarnan.