¿Realmente haces nada y llega lo que quieres?

El estudio de la Creación Consciente tiene mucha relación con el concepto de “atraer lo que queremos”. Consiste en nuestra capacidad natural (y siempre presente) de comprender cómo estamos -constantemente- creando e influenciando nuestra realidad externa (e interna), en todo momento.
El punto está, que cuando escuchamos “atraer lo que queremos”, inmediatamente lo relacionamos con la pasividad de “no tenemos que hacer nada para que las cosas ocurran”. Esto en sí mismo es errado, un pensamiento más certero sería “dónde está la acción primaria y de menor esfuerzo que produce la creación de lo que deseo en mi realidad externa, ahora”. Y en esto último la Creación Consciente entra a dar respuestas sólidas.
En este artículo exploraremos la diferencia entre el crear activo y el crear pasivo y también dónde está la acción primaria de creación.
Comencemos por esto último.
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La Realidad, esto que pensamos “fijo, inamovible y sólido” no es más que un conjunto de partículas principalmente compuesta por “vacío” (o materia potencial) cuya materialización (la forma que toma en la realidad) es influenciada/creada por el “observador” (o sea, el que percibe, nosotros).
La realidad sólida es Vibración Materializada. Por lo tanto, si queremos comprender cómo es que se comporta esto que llamamos “Realidad” o incluso “la vida”, debemos comenzar a entender y hablar de vibraciones y energía como “sustento base de lo sólido”.
En otros artículos podrán explorar más en profundidad la naturaleza vibracional de nuestros pensamientos, emociones, palabras y todo lo que tiene relación a los Mecanismos de la Creación Consciente.
Hablemos ahora, ¿dónde está la acción primaria de la creación? ¿Qué hace que las cosas sucedan?
En el paradigma actual social generalizado, la creación de nuestra realidad, la obtención de lo que queremos, realización de nuestros sueños, está determinada por nuestro esfuerzo externo. Y también, lo que llega a nosotros está también condicionado al tiempo, a estrategias, a “pasos previos” y muchas veces a “pre-requisitos” (basados en sistemas de creencia condicionantes).
La C.C viene a dar otra mirada, a proponer otra posibilidad de paradigma. Da explicación (herramientas y contenidos) de cuáles son los factores sutiles, anteriores a “la acción concreta”, que genera el primer movimiento para que los acontecimientos que llamamos “vida” se den en nuestro día a día. Nos muestra otro paradigma de posibilidad en que lo “queremos llega a nosotros”, lo “imposible es posible” y más.
LA ACCIÓN PRIMARIA DE LA CREACIÓN EXTERNA ESTÁ EN NUESTROS PROCESOS INTERNOS.
LA CREACIÓN SE CREA DESDE LO QUE SOMOS
En otras palabras, nosotros creamos nuestra realidad, literalmente.
Para comenzar a comprender esto último no basta leer un artículo. El hecho es, que son muchos los procesos que debemos tomar en cuenta, y aunque se trata de un asunto simple, son muchas las variantes que queremos considerar (pero que se reducen a aspectos simples como a “certeza”). Algunos de estos procesos son:
Nuestros Estados de Ser – Nuestros Sistemas de Creencia – Nuestros Pensamientos – Nuestras Emociones – Nuestras decisiones – Nuestras Acciones – Nuestra Intención – Leyes Universales – Decisiones Colectivas, entre otros
Nuestra alineación con nosotros mismos (y todos los aspectos de lo que nos compone) es clave para “atraer lo que queremos”. Por lo tanto, acá la clave, la acción primaria, está en “dejar de lado el paradigma de esfuerzo externo” y comenzar a mirarnos.
Una vez que entendemos la relación que nuestra realidad interna tiene con nuestra realidad externa, podemos generar los cambios internos necesario que como consecuencia traerá los resultados externos deseados desde un nuevo paradigma.
La acción primaria es interna.
Es nuestro foco puesto en comprender las energéticas previas a la materialización de lo externo.
En palabras simples: digamos que quieres manifestar a una pareja en tu vida.
Una opción es tomar acción inmediata, pedirle a amigas/os que te presenten a alguien, salir a bailar, buscar online, etc
Otra opción, sin embargo, es alinearte con la energía de la certeza y cómo se sentiría si ya estuvieras en esa relación.
De esta forma estás tomando acción pasiva (que también es activa), aplicando leyes sutiles y creando desde estados internos.
Todo lo creado externamente tiene una causalidad interna y muchos factores que la componen.
Por lo tanto, en estricto rigor, la Creación Consciente no se trata de “atraer sin hacer nada”. Siempre hay una acción (ya sea activa o pasiva). Cuando estamos alineados internamente podemos generar milagros y situaciones completamente “sin esfuerzo”.
De esta forma, la acción pasiva es aquella en la cual nuestro foco está puesto en crear desde nuestras dinámicas internas. Y la acción activa está en tomar acción física.
Cuando estamos alineados con la acción pasiva, entonces la acción activa se transforma en “Acción Activa Inspirada”. Esta es aquella que surge como una “buena idea”, alguien que viene a tu mente, sucesos sincrónicos casi imposibles, “coincidencias”, etc.
Luego, lo que parece sin esfuerzo, se manifiesta en nuestras vidas. La acción primaria, sin embargo, fue un pensamiento, una emoción, una palabra, una intensión, ejercicios de manifestación consciente o bien sistemas de creencia base (individuales o colectivos).
La diferencia entre el crear activo y el crear pasivo es que el crear activo es aquel que viene inspirado desde la acción concreta mientras que el crear pasivo viene desde modificar los aspectos sutiles energéticos internos a nosotros mismos como creadores primarios de la realidad.
Mi recomendación: siempre crear de forma pasiva y permitirnos saber cuál es la acción concreta activa que viene como inspiración (y en alineamiento / resonancia energética) con lo que queremos.