Sanando a través de sentirnos

¿Cómo creamos transformación interna de forma permanente?
¿De qué forma podemos “manejar” de mejor manera las emociones que nos contraen?
¿Cómo podemos navegar nuestras emociones, pensamientos y patrones internos, de forma que no tiñan toda nuestra experiencia de vivir?
En este artículo exploraremos una técnica que está vinculada a la simpleza profunda y que, cuando aprendemos a aplicarla, tiene el poder de transformar nuestras vidas completa y rápidamente.
Lo primero que queremos entender, es que nos hemos condicionados, a través de nuestros sistemas culturales, sociales y educacionales, a clasificar lo que sentimos y pensamos como “correcto o incorrecto”, como “bueno o malo”. De esta forma, hemos adquirido el hábito de juzgarnos, lo que produce un profundo daño en cómo vivimos nuestra experiencia humana.
A esto además podemos agregarle sistemas de creencia tales como:
- “Debo ser mejor persona para merecer”
- “Debo esforzarme toda mi vida para ser perfecto”
- “Debo purificar lo que soy para ser querido por Dios y merecer el cielo o vida eterna”
- “Si siento esto o aquello no valgo o soy “mala” persona”, etc.
El punto en cuestión, es que no somos capaces de SER nosotros mismos.
El hecho es que, nuestras emociones, pensamientos, acciones incluso, no son “buenas ni malas”. Acá se trata de saber mirarnos, saber sentirnos, conocer más nuestras dinámicas internas para no tener que repetir, una y otra vez, las mismas historias, patrones y experiencias en nuestras vidas que ya no nos están sirviendo.
¿Qué trabajo interno se requiere para una transformación profunda y permanente y para obtener resultados externos?
Existe la dinámica social e individual de fragmentar lo que Somos en “esto o aquello”, “bueno o malo”, lo que genera un juicio y además la tendencia a esforzarnos por “ser mejores”, “por no sentir / pensar” lo que categorizamos como “negativo”.
El tema es, que constantemente nos encontramos en un paradigma de esfuerzo en que intentamos Ser algo diferente a lo que somos, sentir diferente a lo que estamos sintiendo o pensando.
¿Por qué decimos “sanación”?
Personalmente hablando, más que “sanación” me gusta el concepto de “Armonización con lo que Somos”, esto resuena mucho más profundo en mi Ser.
¿Por qué?
Porque no hay aspectos de nosotros que estén “enfermos”, estén “errados”. Y al no juzgar esa parte de nosotros, permitimos la armonización.
Lo único que necesita armonización es nuestra percepción, al armonizarse nuestra percepción, nuestra realidad se armoniza como consecuencia.
¿Cómo funciona?
La clave acá es CONSCIENCIA.
Vamos a hacer lo opuesto a lo que hemos aprendido o tendido a hacer toda nuestra vida. Nos vamos a aprender a sentir, aprender a ver, atrever a profundizar en los aspectos de nosotros mismos que hemos dejado en las sombras.
- SOMBRAS = aspectos de nosotros mismos que hemos juzgado como negativos, dolorosos, incorrectos y a los cuales elegimos no ver (por ser dolorosos).
- LUZ = VER
OBSERVACIÓN + CONSCIENCIA = TRANSFORMACIÓN
En palabras simples: Cuando nos permitimos ver, sentir, sin juicio, lo que somos, lo que estamos sintiendo y pensando traemos la luz de la Consciencia que Somos sobre esos aspectos de nosotros mismos.
Esto produce armonización: Alineamiento profundo con la Naturalidad de lo que Somos.
La naturalidad de lo que somos es consciencia, y cuando la consciencia es Consciente de lo que ES, naturalmente el estado de armonía toma forma.
Por lo tanto, irónicamente, para alcanzar armonía interna y transformación profunda debemos dejar de “luchar con los aspectos internos” y abrirnos a “vernos” / “ser lo que somos”. La clave acá es la observación sin juicio, el sentirnos de forma completa sin querer cambiarnos. Irónicamente, esto permite el cambio.
¿Qué es lo que esto conlleva?
Primero que todo valentía, ver lo que no hemos querido ver hasta ahora, sentir lo que hemos juzgado como “errado” puede sentirse doloroso, pesado y temeroso.
¿De qué forma hacemos esto?
1. Primero: Observamos nuestras Resistencias
Lo primero que debemos hacer es observar cuando queremos escapar de sentir algo que estamos sintiendo. Todos hacemos esto de una u otra forma, lo hacemos a través de ir a la cocina para comer algo, llamar a alguien que nos haga olvidar lo que estamos sintiendo, uso de drogas, distracciones / adicciones, etc
Una vez más, no se trata de juzgar cada uno de lo anterior como bueno o malo, queremos simplemente traer consciencia a esto de forma en que podamos ver si es beneficioso o no para nosotros.
Estamos de esta forma observando nuestros patrones. La pregunta es ¿de qué estoy escapando? ¿Que emoción interna estoy evitando sentir? A veces hacemos esto por años, lo que se transforma luego en enfermedades, accidentes o, en fin, un llamado de atención que podríamos haber evitado si somos capaces de escuchar los susurros o simplemente tener una vida de más plenitud.
Y acá es cuando hacemos lo opuesto a lo que estamos acostumbrados.
2. Nos vemos / sentimos
Dejamos de escapar. Respiramos profundamente en la emoción, que incluso elusiva, está presente en nuestro ser. Aquello que sentimos “eres bienvenido acá”. Ejemplo: frustración, “eres bienvenida acá”, miedo “eres bienvenido acá”, sensación de querer escapar “eres bienvenida acá”.
Recomiendo ampliamente que revisen el material de Inelia Benz, donde podrán profundizar en cómo procesar tus miedos y emociones.
Esta forma consciente de vivir nos eleva en una espiral ascendente en que somos imparables en nuestro empoderamiento personal.
Ejercicio sugerido:
Hacerte consciente de qué partes de ti consideras como “errado” (generalmente los aspectos de nosotros mismos que no nos gustan). Haz una lista de esto. Estos pueden ser pensamientos, emociones, actitudes, etc.
Observa esta lista. Observa cómo te sientes leyendo cada uno de estos aspectos de ti mismo. Acá no se trata de analizar, de conocer las razones de porqué eres de esta forma. Razones hay miles y son irrelevantes. Lo que queremos es ser capaces de generar armonización en nosotros mismos a través de la observación sin juicio.
Date tiempo de estar contigo mismo, de sentir lo que tiendes a evitar sentir y observa qué sucede.
Consejo: La primera barrera que suele surgir es querer evitar a toda costa llevar a cabo este ejercicio (porque nuestro inconsciente sabe que se enfrentará a algo incómodo o doloroso). Quieres saber que esto es natural que suceda, vas por buen camino.
La observación sin juicio es un acto de Amor Incondicional. Y como la energía base de creación es Amor (como energía expansiva y no como “amor de pareja”, quiero aclarar) y nosotros somos parte de la creación, al vernos sin juicio, nos armonizamos con la naturalidad de lo que somos.
¿Simple cierto?