¿Es posible manifestar por otros?

Más importante que la pregunta misma es preguntarnos porqué hacemos la pregunta en primer lugar.
En la Creación Consciente recordamos cómo creamos nuestra realidad de momento en momento y nos hacemos conscientes de nuestra capacidad natural de ser creadores activos.
La pregunta ¿puedo manifestar por otros? Surge ya sea por nuestra intensión benevolente de hacer la vida de otros más fácil, feliz y abundante, o bien, basado en la lógica de que si yo puedo manifestar para otros, otros pueden manifestar por mí. Y si alguien puede manifestar por mi (influir en mi vida de forma deliberada), ¿qué pasa si me quieren hacer daño? ¿o si lo que otra persona quiere no es lo que yo quiero?
Son preguntas válidas a las cuales estoy muy contenta de poder explorar algunas aclaraciones en este artículo.
Si buscamos la respuesta corta y directa a esta pregunta, en términos puristas la respuesta es no, nadie puede manifestar por otros sin el consentimiento (consciente o inconsciente) de la otra persona…
…así como nadie puede determinar la vida de otros. Sin embargo, si podemos manifestar con otros y también amplificar las manifestaciones de otros.
En este artículo vamos a explorar más en profundidad las implicancias de esta pregunta más allá de esta simple negativa.
Hablemos sobre la Ley de Acuerdos.
En el universo donde nos movemos existe algo que la “Ley de Acuerdos”. Esta es una de las leyes universales más estrictas y que nos rigen a todos.
La Ley de Acuerdos dice: nada te puede suceder sin tu consentimiento.
Comprender esta ley y aplicarla en nuestras vidas nos permite navegar la existencia con más soltura y confianza.
Esta ley también nos protege de la idea de que alguien pueda manifestar por otros con intensiones que no son necesariamente de naturaleza benevolentes. Nos devuelve el 100% de responsabilidad sobre nuestra propia existencia.
Repito, nadie puede hacerte daño si no has dado tu consentimiento. En otras palabras, siempre tenemos que estar de acuerdo para que algo suceda en nuestras vidas. Exploremos esto un poco más profundamente.
Con respecto a los acuerdos:
Existen los acuerdos conscientes e inconscientes
Nuestro consentimiento consiente es muy sencillo, es cuando decimos “si, estoy de acuerdo” ya sea para nosotros mismos o al otro.
Hacemos un contrato verbal y pasamos por la experiencia.
Por otro lado, los acuerdos inconscientes son aquellos que concedemos o hemos concedido tiempo atrás, pero no estamos consciente de ellos, por supuesto.
Las principales formas de los acuerdos inconscientes son:
1. Sistemas de Creencia: Cuando decidimos creer en algo le estamos dando poder a esa creencia. Se trata de un acuerdo en que otorgamos validez a lo que consideramos que es verdad y por lo tanto le damos poder para que comience a operar sobre nuestra vida.
2. Miedo: Cuando estamos en miedo, además de disminuir nuestra vibración personal, estamos dando nuestro poder al otro, ya sea una situación, persona, una entidad, etc. Energéticamente estamos dando el mensaje que dice: “me siento vulnerable, eres capaz de dañarme”
Recuerda: nada puede sucederte sin tu consentimiento.
Uno de los consejos que puedo dar y que me ha funcionado en mi vida personal casi de forma milagrosa, es que cuando estoy frente a una situación que se ve compleja me conecto rápidamente conmigo misma (siento mi centro) y digo “no estoy de acuerdo con esto” (ya sea mental o verbalmente). He visto las cosas más insólitas suceder ante mis ojos.
3. Acuerdos Olvidados: Una afirmación, una promesa que hicimos en nuestra infancia son también acuerdos. Relacionados a estos puedes leer más en internet cómo “lealtades invisibles”. Promesas como “prométeme que nunca me dejarás solo” o “no podría ser feliz sin ti”. Incluso hay gente que habla de la posibilidad de acuerdos de otras vidas que hacemos con otras almas antes de venir al mundo.
4. No tomar partido: Cuando no decimos sí, cuando no decimos no, estamos diciendo sí. Ser pasivos ante una situación a veces nos juega un papel beneficioso en que el curso de las circunstancias toma un papel positivo en nuestra vida, y a veces, la corriente nos lleva a situaciones que perfectamente podríamos haber evitado si hubiéramos tomado un rol más activo en nuestra decisión en primer lugar.
Siempre es preferible ser conscientes de cuando creamos un acuerdo, incluso cuando damos nuestra palabra a la ligera, estamos generando lazos y contratos con otros y nosotros mismos.
Saber también de que siempre eres libre de, en cualquier momento y sin necesitar el consentimiento de la otra persona, romper cualquier acuerdo que hayas hecho en el pasado que no te esté sirviendo en tu presente.
Cuando entendemos sobre la ley de acuerdos comprendemos que nunca somos víctimas, que siempre hemos tenido una cuota de responsabilidad.
Queremos entender además que cada uno de nosotros vive a través de los filtros de sus sistemas de creencia y que, aún cuando tuviéramos las mejores intensiones para otra persona o situación, lo que pensamos que es lo mejor para otros muy probablemente no es así. Y viceversa, cuando otros formulan una opinión sobre nuestra vida.
Cada uno de nosotros es el que sabe, mejor que nadie, lo que es mejor para nosotros.
Espero este artículo te haya servido para comprender más en profundidad cómo funciona la Ley de Acuerdos y de qué forma puedes influenciar la realidad de otros siempre comprendiendo que cada uno de nosotros es soberano de su realidad.