Inherente a nuestro estado como Seres Humanos y a nuestra experiencia actual que llamamos “vivir la vida”, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos la vida sucede, está sucediendo todo el tiempo en todos sus matices y colores, placeres y experiencias.
En este artículo exploremos juntos sobre el Arte de Escuchar y el Poder de los Estados de No-juicio, conceptos que hablan de las herramientas más simples, más poderosas y de más fácil acceso para nuestro bienestar y el de otros.
En este artículo, me interesa que miremos en detención lo que esta profunda creencia significa. Lo que genera en las personas y sociedades, y proponer una nueva mirada, más expansiva y poderosa a la frase del “dar hasta que duela”. Desde un sentido práctico, lógico y natural. Me interesa que este artículo sea liberador para todo el que lo lee. Por que cuando expandimos nuestras creencias, expandimos nuestra manera de vivir y el mundo se llena de gozo como consecuencia.
A todos nos ha sucedido que cuando experimentamos una situación compleja, que generalmente nos produce dolor decimos con consuelo “por algo pasan las cosas”.
Una amiga mía me comenta: “Javi, el otro día decreté algo muy simple, quería un gorro de deporte, antes de un día específico, para empezar mis clases con toda la motivación. Era algo muy simple al que pensaba que obviamente podía llegar a mí… Sin embargo, ¡no llegó y me sentí muy frustrada! ¿Qué hago? ¿Por qué pasa esto?”
La siguiente serie de decretos y el análisis y exploración que haremos en conjunto proviene de un correo de una de mis alumnas del Taller Activación en Creación Consciente. Con el consentido permiso de esta persona (que de forma ficticia la llamaremos Alejandra) es que me inspiro en usar este caso de estudio real para el beneficio de todos. ¡Muchas gracias!
La primera vez que escuché que era posible vivir sin comer, que había personas en este mundo que vivían del “Prana” o “Luz” me chocó de la misma forma que le choca a la mayoría de las personas. Esto debe haber sido unos 15 años atrás. Lo primero que pensé fue “eso no es posible” mientras mi cuerpo, mente y sistemas de creencias se resistían a abrirse a la posibilidad de algo que amenazara la forma en que veo el mundo.
Cómo es que en Creación Consciente hablamos de que cada uno de nosotros es el que crea la realidad constantemente, pero al mismo tiempo cuando manifestamos (pedimos, decretamos) nos dirigimos a un ser o aspectos externos de nosotros mismos.
¿Cómo creamos transformación interna de forma permanente?
¿De qué forma podemos “manejar” de mejor manera las emociones que nos contraen?
¿Cómo podemos navegar nuestras emociones, pensamientos y patrones internos, de forma que no tiñan toda nuestra experiencia de vivir?
A continuación vamos a hablar de 3 formas distintas en que las personas reaccionan al dolor de otros y también como centrarnos y ser un apoyo real para nosotros mismos y los que nos rodean en momentos de crisis o dolor interno.
El estudio de la Creación Consciente tiene mucha relación con el concepto de “atraer lo que queremos”. Consiste en nuestra capacidad natural (y siempre presente) de comprender cómo estamos -constantemente- creando e influenciando nuestra realidad externa (e interna), en todo momento.
Independiente de quien tiene la razón o no en este juego de co-creación, lo relevante es preguntarnos qué queremos para nuestras vidas, cómo nos queremos sentir y como consecuencia con qué personas nos queremos relacionar.
Abundancia es uno de los conceptos que está tomando más fuerza en nuestro colectivo humano, en nuestra sociedad. Más y más son las personas que se están familiarizando con esta idea de “bienestar general” y están determinadas en generar abundancia en todas las áreas de su vida.
Existir es un asunto serio. Nos sucede de forma constante mientras nos duchamos, nos lavamos los dientes, planificamos una cita romántica o nos vamos a acostar. Existir es esta actividad que nos sucede las 24/7.
Muy posiblemente, notarás que además de los “grandes sueños expansivos” hay una parte tuya que se “restringe”, que se juzga de incluso estar considerando ciertas experiencias u objetos materiales y entierras en las profundidades de tu inconsciente esos pensamientos “errados” esperando que nadie se entere jamás de que estos han cruzado tu mente en primer lugar.